Turismo, Viajes y Fotografía... Tras un viaje a la Península de Yucatan, México, surgió la idea de hacer un blog para compartir experiencias. Aunque incluiremos un poco de todo, el blog contendrá principalmente fotografía, turismo y consejos sobre viajes. Somos dos hermanos, Diegosax y Chico Sánchez . El primero, músico y profesor de educación musical y fotógrafo aficionado, el segundo fotógrafo independiente residente en México.

Buscando en lo oculto

(Foto ©Chico Sánchez-Derechos Reservados)
Voy a compartir en esta entrada las reflexiones y experiencias que viví mientras hacía un nuevo audiovisual: Buscando la Esencia.

Por medio de fotografías y audio fuí testigo de la sabiduría de Fernando Mulero Ardila, un agricultor que, debido a la necesidad de agua para su finca,  hace décadas decidió convertirse en  radiestesista o zahorí, un buscador de corrientes de agua ocultas.

Mi intención era hacer un reportaje sobre la Huerta Ecológica Los Tamayos, que gestiona su hijo Antonio Mulero Tamayo, pero la vida nunca deja de sorprenderte y la historia de Fernando Mulero me llevó a un mundo mágico y antiguo que yo creía desaparecido.

Tras muchos años de trabajo en su huerta Fernando Mulero alcanzó conocimientos sobre el agua muy importantes. Mi audiovisual no podría contener la gran sabiduría que atesora este sabio agricultor pero muestra al menos un poco de su historia.

La radiestesia, que la ciencia no reconoce, es un arte que consiste en detectar mediante un péndulo los estímulos eléctricos de las corrientes de agua, principalmente. Conocidos como zahoríes, los radiestesistas pueden usar varios métodos, como un péndulo, una vara o una horquilla. Estas personas son conocidas como buscadores de agua. Mulero prefiere el péndulo porque le permite hacer verificaciones más exactas de la cantidad y calidad del agua que se encuentra en el subsuelo.

En un lugar que aparentemente no tenía agua, Fernando Mulero encontró por medio de su péndulo nueve pozos, los cuales recorrimos mientras me contaba la historia del descubrimento de cada uno. La vida de Fernando Mulero es una gran sucesión de logros y superaciones.

(Foto ©Chico Sánchez-Derechos Reservados)
Fernando, consciente de la importancia del agua nos hace una excelente pregunta: ¿Qué pasaría si Nueva York se quedara sin agua? ¿Cuánto tiempo podría seguir viviendo la gente en esa ciudad?. 

Su pregunta me mueve a hacer una reflexión personal sobre el problema del agua.

El agua es imprescindible, como todos sabemos, para que los seres vivos puedan sobrevivir y, además, todos sabemos que nuestro cuerpo está compuesto básicamente por agua. Sin embargo, de manera inexplicable, nuestra sociedad no para de contaminar ese agua con químicos y residuos nocivos para nuestra propia salud. A pesar de que muchos científicos y agricultores nos están avisando del peligro de seguir contaminando este precioso líquido la sociedad no parece hacer nada al respecto.

El jefe Seattle Noah Sealth, en su famosa Carta al Hombre Blanco, predijo en 1855:...todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Parece lógico pensar que si llenamos de químicos y de venenos el aire que respiramos, el agua que bebemos y la tierra que nos da el alimento sufriremos las consecuencias.

Haciendo este reportaje me di cuenta por primera vez de que los agricultores pequeños, los que cultivan la tierra sin usar químicos y de forma ecológica, en el sur de España al menos, casi han desaparecido. Estos productores ecológicos que hacen crecer sus productos orgánicos respetando a la tierra y los acuíferos están siendo sustituidos por grandes monocultivos que, además de deforestar, en algunas ocasiones usan hasta cinco capas de químicos para hacer crecer sus productos, algunos de esos químicos son venenos diseñados para matar plantas e insectos.

(Foto ©Chico Sánchez-Derechos Reservados)
En un estudio hecho por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, se afirma que los habitantes de Prado del Rey, donde se hizo este audiovisual, tenían un 50% más de riesgo de sufrir un cáncer de pulmón que el resto de los españoles. Un problema que comparten los habitantes de varios pueblos de la provincia de Cádiz. Hay muchos artículos de prensa que publican estos datos, pero no encontré uno sólo que publicara las posibles causas.

Cabe preguntarse: ¿Porqué si este pueblo está a las puertas los parques naturales Sierra de Grazalema y Los Alcornocales sufre más cáncer de pulmón incluso que otras poblaciones que viven cercanas a zonas industriales? ¿No debería ser su aire mucho más puro y sano?.

Mi familia y muchos amigos viven en esas localidades gaditanas, este motivo me hizo plantearme una pregunta: ¿No sería importante averiguar qué causas, además del tabaquismo, están provocando estas cifras tan altas de muertes por cáncer? ¿Podría ser el incremento de enfermedades respiratorias en estas comunidades causado, entre otras razones, por los químicos que se usan para los monocultivos? Hay que recordar que esos agroquímicos, si se comprobaran muy nocivos, no afectarían solamente a las personas por contacto directo con ellos, sino que una cantidad pequeña de esos químicos sería ingerido por esas mismas personas, entonces, estas personas estarían doblemente expuestas a los supuestos daños a la salud de estos químicos. Lamentablemente mi pregunta por ahora quedará sin respuesta ya que no he encontrado ningún estudio serio que proponga la teoría de que los químicos que se usan en el campo sean los causantes de estas enfermedades y muertes.

La Agencia AP ha publicado dos reportajes recientemente realizados en dos zonas rurales de Argentina y Nicaragua donde se está produciendo un alto incremento de enfermedades y muertes entre sus habitantes. Aunque tampoco se ha podido demostrar, algunos afectados afirman que es el uso de químicos para el campo es el que está produciendo las enfermedades. Estos trabajos han sido realizados por los fotógrafos y periodistas Natacha Pisarenko y Esteban Felix, este último trabajo ha sido premiado recientemente con el prestigioso Premio Gabriel García Márquez de Periodismo.

Hoy estas comunidades comienzan a sufrir el efecto de la desertización que producen estos monocultivos y la falta de conciencia ecológica, sufriendo temperaturas extremas y desastres, que llamamos naturales, pero son provocados por la mano del hombre . Estos pequeños agricultores que viven en armonía con la naturaleza, siembran árboles y respetan la tierra, lamentablemente, están en peligro de extinción. En 1855 el jefe indio en su Carta al Hombre Blanco predijo:...Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos.

Creo que para evitar que la profecía del jefe indio se cumpla deberíamos dar un paso atrás y regresar a la sabiduría de los pequeños agricultores volviendo a tomar conciencia de que la tierra es nuestra madre y que formamos parte de ella: deberíamos cuidarla. En lo personal la lección más importante que aprendí de mi visita a esta finca ecológica de Fernando Mulero y su familia fue la de que si todos hicieramos un pequeño esfuerzo la agricultura ecológica es posible, quizá pagaríamos un poco más por un tomate, pero al final, lo ganaríamos en salud y bienestar.


Puedes ver el audiovisual de Fernando Mulero a continuacion:
 

Fuentes e información adicional
Diario El País 
Diario de Cádiz
Diario Europa Sur 
Chico Sanchez Foto Blog
El Otro Lado
Associated Press
Agroquímicos en Argentina. Natacha Pisarenko.
Azúcar Amargo. Esteban Felix.
Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III

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www.chicosanchez.com