Turismo, Viajes y Fotografía... Tras un viaje a la Península de Yucatan, México, surgió la idea de hacer un blog para compartir experiencias. Aunque incluiremos un poco de todo, el blog contendrá principalmente fotografía, turismo y consejos sobre viajes. Somos dos hermanos, Diegosax y Chico Sánchez . El primero, músico y profesor de educación musical y fotógrafo aficionado, el segundo fotógrafo independiente residente en México.

Adios alergia

Copyright www.chicosanchez.com . Photo Chico Sanchez.
Alfonso Gutiérrez, apicultor.
(Foto ©Chico Sánchez-Derechos Reservados)
Quiero compartir una experiencia que pienso que puede ayudar a muchas personas a aliviar una dolencia muy común: la alergia.

En la adolescencia comencé a sufrir de alergia todas las primaveras. Como todos fuí al médico y comencé a tomar pastillas, que no sólo no funcionaban sino que cada año yo me sentía peor. Es curioso que no me diera cuenta de que la solución estaba en la cocina de mi propia casa: la miel de las abejas de que mi padre recolectaba.

En vista de que segun el médico mi problema no tenía solución decidí vencer la alergia con fuerza de voluntad. Pensé que era absurdo seguir tomando medicinas que lo único que hacían era aliviar los síntomas pero que no me curaban. Además, estas medicinas, eran muy caras y la lista de daños que me hacían a mi cuerpo, que conocemos como efectos secundarios, era muy larga. Al dejar de tomar medicinas noté como mi cuerpo aprendió a luchar contra la alergia y mejoré bastante año tras año, pero de todas formas los síntomas seguían siendo incómodos. Al final, después de tanto buscar en el camino equivocado encontré una forma de aliviar la alergia de forma natural.

Esto por supuesto no es un blog de ciencia, ni yo me pregunto si se podrá demostrar o no, tampoco puedo afirmar que le funcione a todo el mundo, podría no ser así, pero creo que si tienes alergia estaría bien al menos que leyeras la historia.

Chico Sánchez durante la realización del reportaje
(Foto ©Alfonso Gutiérrez-Derechos Reservados)
El alivio a mi alergia lo encontré este año de forma casual mientras hacía un reportaje sobre las abejas. Tras leer estudios serios que avisaban de que las abejas están muriendo en cifras alarmantes en todo el mundo, debido sobre todo al daño de los productos químicos, la industria y la contaminación, me pareció un tema muy importante que tratar y decidí hacer un pequeño reportaje.


Para realizar este corto documental, que titulé Compartimos un mismo destino, mi guía fue Alfonso Gutiérrez,  un apicultor de mi pueblo natal, Prado del Rey, en la Sierra de Cádiz, Andalucía, España. Su empresa, Puremiel, produce productos orgánicos de alta calidad que han sido reconocidos en todo el mundo. Entre los que se encuentran la jalea, el pólen, el propóleo y la miel.

Este apicultor andaluz ha sabido ponerse a la vanguardia de la apicultura combinando los conocimientos heredados de su familia, apicultores por varias generaciones, con las nuevas tegnologías. Sus colmenas están situadas en los parques naturales de Grazalema y los Alcornocales por lo que su miel es totalmente orgánica y está totalmente libre de químicos. Con este guía inmejorable comencé la aventura.

De niño mi padre era apicultor y le ayudé muchas veces a recolectar miel. por este motivo, no tengo ningún miedo a las abejas. Alfonso me prestó un traje adecuado como protección y nos pusimos manos a la obra.

Alejandro García. Apicultor e investigador.
(Foto ©Chico Sánchez-Derechos Reservados)
Si bien cada salida al campo fue enriquecedora, puedo mencionar dos experiencias: la primera cuando fuimos de madrugada al corazón del Parque natural de Los Alcornocales contemplando la majestuosidad de los ciervos pastando libres en las montañas y un amanecer en la sierra impresionante.

En otra ocasión, en la provincia de Granada, visitamos a Alejandro García, un investigador experto en la cría de abejas reinas, con él tuve la oportunidad de comprender mejor lo grave que es la situación que sufren las abejas, insectos de los cuales dependemos. Pero volvamos a la alergia y como encontré mi curación.

El primer día que visité Puremiel compré un bote de miel de campo para probarla, una miel oscura deliciosa. Me gustó tanto el sabor que puse el bote en una mesa junto a la cama con la idea de tomarme una cucharada cada mañana. Tiene un sabor dulce espectacular y podríamos decir que sabe a campo. Poco después de empezar a tomar esta miel los síntomas de la alergia casi desaparecido.

Sin darme cuenta de que ya la alergia no me molestaba, olvidé los pañuelos de papel junto a la cama y apenas los usé más. Un día, mi hermano Diegosax, con el que comparto este blog, me comentó que le parecía muy raro que no estuviera estornudando y que tenía los ojos bastante bien, no parecían irritados. Durante unos segundos no sabía que responder, ni yo mismo me había dado cuenta de eso, y entonces lo vi claramente: ¡Era la miel!. Después de una fortuna en medicinas para nada resultaba que ¡la solución era la miel!

Esa misma tarde fuimos por miel para mi hermano y tras tomarla unos días él también dejó los pañuelos y las pastillas en el cajón. No se nos curó totalmente pero pudimos comenzar una vida nueva gracias a las abejas. Si bien en algún momento aparecían un estornudo o la irritación en los ojos, podríamos decir que, por lo general, nuestra situación era la de una curación total y los síntomas habían desaparecido casi por completo.

Una abeja libando en un panal de miel
(Foto ©Chico Sánchez-Derechos Reservados)
Esa misma semana, en un café, nos encontramos con un viejo amigo, también alérgico, con el que habíamos compartido pañuelos y pastillas muchas veces años atrás. Hasta ese momento nuestra conversación siempre había sido sobre el número de estornudos, el picor en los ojos o si habíamos podido dormir o no la noche anterior.

Este año, como cada año, comenzó a hablar de la alergia. Fue una gran satisfacción poder contarle la nueva noticia, y como, por casualidad, habíamos encontrado la cura al problema usando miel y lo bien que nos sentíamos. Su reacción nos hizo aprender una gran lección: que uno puede acabar atrapado en sus creencias y sin darse cuenta de que es prisionero de sus propias ideas.

Cuando nuestro amigo terminó de escuchar la historia de las abejas negó con la cabeza y dijo que a él le iba muy bien con las medicinas y no creía que la miel le fuera a funcionar. Terminó su café, tomó sus pañuelos de papel y se fue sonandose los mocos. Estaba tan aferrado a la idea de que las pastillas funcionaban, que a pesar de que en la práctica el se seguía sintiendo mal, estornudando y sufriendo los efectos secundarios, no quería probar algo nuevo. Estaba tan atrapado en sus creencias y no se daba ni cuenta de que era prisionero de sus ideas. Prefería seguir con lo malo conocido que lo bueno por conocer.

Miel orgánica de la empresa Puremiel
(Foto ©Chico Sánchez-Derechos Reservados)
Pero vamos a juzgar a nuestro amigo, todos somos libres, incluso a la hora de equivocarnos, y por supuesto, nadie es perfecto, y todos tenemos muchas cosas que aprender y muchas creencias que nos limitan.

No te queremos convencer de que los productos de las abejas son infalibles ni milagrosos. Simplemente te invitamos a que, si tomas muchas medicinas pero sientes que tu salud no está mejorando, no hagas como nuestro amigo y no cierres tu mente: Prueba los productos que nos regalan las abejas. No tienes nada que perder y mucho que ganar.

La miel, el pólen y el propóleo son excelentes para aliviar o curar muchas enfermedades. La jalea real, por otro lado, es una excelente fuente de salud y energía. Estos productos, como las medicinas, muchas veces sólo te curarán los síntomas, pero tienen la ventaja de que mientras el medicamento te produce daños, conocidos como efectos secundarios, la miel es totalmente natural y nutritiva.

El único inconveniente que tienen es quey que tomarlos con moderación sobre todo porque son muy nutritivos, pero en eso el apicultor podrá siempre guiarte en cual es la cantidad y forma correcta de tomarlos.

A continuación puedes ver el audiovisual Compartimos un mismo destino